Nuestro barco la botella,
el mar; el vino,
Como vela; la etiqueta,
el mapa; nuestra
esencia.
El
origen:
En 1652 el holandés Jan Van Riebeeck llegó
a los confines del mundo conocido por el occidente. Con apenas cinco pequeños
barcos y un centenar de marinos a su cargo levantó un precario fuerte de barro
en las costas del extremo sur del continente africano para fundar Ciudad Del
Cabo. A partir de este momento la antigua historia de la desigualdad y la
esclavitud iniciaría a trazar sus pinceladas en este continente, pero, también;
cierto es que una copa en los relatos del vino comenzaría a llenarse… después,
después vendrían siglos de desasociego, opresión, tristeza y desolación hasta
la llegada del inolvidable león de la igualdad: Nelson Mandela.
Las
primeras gotas:
Es
importante señalar que Sudáfrica es el país productor de vino más antiguo fuera
de Europa. Si bien, los holandeses plantaron las primeras vides en el siglo
XVII, la tradición vitivinícola se perfeccionará tras la persecución del protestantismo por el
rey Sol y la posterior salida de los hugonotes franceses y su llegada al
continente africano en 1688.
Un
rápido recorrido:
La
mayoría de sus vinos vienen del Cabo de la Buena Esperanza, en particular los
distritos de Franschhoek, Paarl, Robertson, Stellenbosch y Constantia. También,
no hace mucho tiempo se estrenó en la lista de popularidad la región de
Durbanville. El recorrido por los viñedos sudafricanos es vasto, a penas
mencionar sus 18 rutas del vino, destacando entre ellas la más larga del mundo:
Ruta 62,
ésta serpentea por varias ciudades
características como Oudtshoorn, Langkloof, Barrydale, Montagu, Ashton,
Robertson y Ceres. En pocas palabras, nos lleva
desde el Cabo Occidental hasta Cabo Oriental.
¿Qué
probar?
Sobre
las uvas podemos mencionar El Chenin Blanc, conocido en Sudáfrica como Steen, la
cual ha sido plantada con gran éxito en los últimos años; Y por su puesto, la
uva estelar es la Pinotage, una cruza entre el Pinot Noir y Cinsault que sólo
se encuentra en Sudáfrica.
Entre
los mejores productores podemos hallar a Charles Beck, De Tour y Villiera, pero
ninguno como el grandioso Roodeberg de KWV, un excepcional tinto de gran
cuerpo, equilibrado sabor y carácter complejo; especias, bosque tropical y frutos
negros maduros, acompañante ideal de cualquier carne de caza, amistad o amor.
Con sus
antiquísimos suelos, Sudáfrica es considerada la cuna de la humanidad. Las
imponentes Cadenas Montañosas del Cabo ofrecen
al espectador una postal inigualable, llenando la vista con un paisaje hermoso,
salvaje, y casi inhóspito enmarcando una de las más hermosas regiones
vitivinícolas del mundo. Los viñedos parecen descansar plácidamente sobre los
fondos de los valles y sobre las laderas, los cuales van delineando sutilmente
las hileras de parras que han de subir hasta lo más alto de las montañas. Sin
embargo, Esta bella imagen poética comienza a contrastar con el horizonte ya
cercano donde la gran crisis del agua pronostica años venideros complejos para
la industria, y aún más difíciles para su población.
Disfruta cada uno
de los vinos sudafricanos y promueve el consumo responsable. Recuerda, todo nos
afecta más temprano que tarde.
Sommelier
ALEXGuerra.
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